Oración
Gloriosísimo San Juan Bautista, por el amor ardiente que tuviste al Niño Jesús y por la santísima dulzura que infundió en tu corazón con sus halagos; por aquellos privilegios que te concedió para hacer tantos milagros a favor de tus devotos, te suplico te dignes favorecerme en todas mis necesidades con tu eficaz patrocinio y en particular te ruego me alcances la gracia que te pido en este día.
¡Oh, glorioso San Juan Bautista, muévete a piedad de esta alma acongojada, que en ti puso sus esperanzas; líbrala, te ruego, de sus miserias. ¡Oh, santo de los milagros!, alivia la congoja de mi corazón, y haz que yo viva aquí como verdadero amante de mi Jesús para poder gozar de Él en el Cielo. Amén.
Cuando le llegó a Isabel su día, dio a luz un hijo,
y sus vecinos y parientes se alegraron con ella al
y sus vecinos y parientes se alegraron con ella al
enterarse de la misericordia tan grande que el Señor
le había mostrado.
Al octavo día vinieron para cumplir con el niño el rito
Al octavo día vinieron para cumplir con el niño el rito
de la circuncisión, y querían ponerle por nombre Zacarías,
por llamarse así su padre.
Pero la madre dijo: "¡No! se llamará Juan."
Los otros dijeron: "Ninguno de tus parientes se llama así."
Preguntaron por señas al padre cómo quería que lo llamasen.
Zacarías pidió una tablilla y escribió: "Su nombre es Juan",
Los otros dijeron: "Ninguno de tus parientes se llama así."
Preguntaron por señas al padre cómo quería que lo llamasen.
Zacarías pidió una tablilla y escribió: "Su nombre es Juan",
por lo que todos se quedaron extrañados.
En ese mismo instante se le soltó la lengua y comenzó
En ese mismo instante se le soltó la lengua y comenzó
a alabar a Dios.
Un santo temor se apoderó del vecindario, y estos
Un santo temor se apoderó del vecindario, y estos
acontecimientos se comentaban en toda
la región montañosa de Judea.
La gente que lo oía quedaba pensativa y decía:
La gente que lo oía quedaba pensativa y decía:
"¿Qué va a ser este niño?" Porque la mano del Señor
estaba con él.
El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba;
vivió en el desierto hasta el día que se presentó en Israel.
San Lucas 1, 57-66.80.
Un pensamiento: La luz del sol ilumina
a todos los hombres por igual.
¡Feliz semana, amigos!