Fotografía Mergonsa |
El Evangelio
Los Apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe".
El respondió: "Si tuvierais fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', ella os obedecería.
Supongamos que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le diréis: 'Ven pronto y siéntate a la mesa'?
¿No le diréis más bien: 'Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después'?
¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque hizo lo mandado?
Lo mismo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que se os mando, decid: 'Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber'".
Lucas 17, 5-10
La Plegaria
Quiero ser, Padre, tus ojos, tu corazón.
Mirar al otro como Tú le miras; con una mirada rebosante
de amor y de ternura.
Mírame a mí, también, desde esa plenitud
con que tú me amas, me llamas y me envías.
Lo quiero hacer desde la experiencia del don recibido
y con la gratuidad de la donación sencilla y cotidiana
al servicio de todos, en especial de los más pobres.
Envíame, Señor, y dame constancia, apertura y cercanía.
Enséñame a caminar en los pies del que acompaño y me acompaña.
Ayúdame a multiplicar el pan y curar heridas,
a no dejar de sonreír y de compartir la esperanza.
Quiero servir, configurado contigo en tu diaconía.
Gracias por las huellas de ternura y compasión que has dejado en mi vida.
En tu Palabra encuentro la Luz que me ilumina.
En la Oración, el Agua que me fecunda y purifica.
En la Eucaristía el Pan que fortalece mi entrega y me da Vida.
Y en mi debilidad, Señor, encuentro tu fortaleza cada día.
Amén
¡Feliz domingo, amigos!