domingo, 24 de noviembre de 2013

"Porta Fidei"



¡Paso un año!

Mediante la carta apostólica "Porta Fidei" ( Puerta de la Fe )
que publico el Papa Benedicto XVI el 11 de noviembre de 2011,
se nos convoco al "Año de la Fe".
El motivo de esta convocatoria era para renovar nuestra fe,
para dar con nuestro testimonio mayor credibilidad y para
que el camino hacia Cristo esté lleno de esperanza y alegría.
Traspasar esa "Puerta de la Fe", sin miedos, el camino solo
nos conduce a Él que es la Luz y la salvación.

 El 11 de octubre de 2012 comenzó el año de la Fe
 y hoy 24 de noviembre finaliza.

Benedicto XVI eligió estas fechas por diversos motivos:
  •  El  año pasado se cumplía el cincuentenario de la apertura del Concilio Vaticano II, que comenzó el 11 de noviembre de 1962, presidido por el Papa Juan XXIII.
  • Este día también se conmemoraban los veinte años de la publicación del Catecismo de la Iglesia católica, que tuvo lugar en Francia, en el año 1992 durante el pontificado del Papa Juan Pablo II.
  • La clausura del año de la Fe es hoy, fecha elegida por nuestro Papa emérito, por ser la solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo.   
La clausura del Año de la Fe tendrá lugar en la Plaza de San Pedro
a las 10,30 de la mañana en una solemne Misa.




El Evangelio

 En aquel tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús diciendo: "A otros salvó; que se salve a sí mismo si él es el Cristo de Dios, el Elegido". También los soldados se burlaban de Él y, acercándose, le ofrecían vinagre y le decían: "Si tú eres el Rey de los judíos, ¡sálvate!". Había encima de él una inscripción: "Éste es el Rey de los judíos".

Uno de los malhechores colgados le insultaba: "¿No eres tú el Cristo? Pues ¡sálvate a ti y a nosotros!". Pero el otro le respondió diciendo: "¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena? Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio, éste nada malo ha hecho". Y decía: "Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino". Jesús le dijo: "Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso".


Lucas 23, 35-43.




                                          ¡Feliz domingo, amigos!






sábado, 23 de noviembre de 2013

Tolera a los malos

 

El Evangelio

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaron: -Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano. Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella.-
Jesús les contestó: -En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor "Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob". No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos.-
Intervinieron unos escribas: "Bien dicho, Maestro."
Y no se atrevían a hacerle más preguntas.


 
 


San Agustín:

Aprueba a los buenos, tolera a los malos y ámalos a todos.

Así como toda carencia es desgracia, toda desgracia es carencia.

Conócete, acéptate, supérate.

Cuanto mejor es el bueno, tanto más molesto es para el malo.

Dios lo que más odia después del pecado es la tristeza, porque nos predispone al pecado.

Dios, que te creó sin ti, no te salvara sin ti.

Donde no hay caridad no puede haber justicia.

La ociosidad camina con lentitud, por eso todos los vicios la alcanzan.

Nadie niega a Dios, sino aquel a quien le conviene que Dios nos exista.





                                           ¡Feliz día, amigos!




lunes, 4 de noviembre de 2013

Dios no te olvida




El Evangelio

En aquel tiempo, Jesús dijo también a aquel hombre principal de los fariseos que le había invitado: "Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez, y tengas ya tu recompensa. Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos".

Lucas 14,12-14.




Jesús no te olvida, dijo el Papa

"No hay profesión o condición social, no hay pecado o crimen de ningún tipo, que pueda borrar de la memoria o del corazón de Dios a uno solo de sus hijos. Dios recuerda siempre, no olvida a ninguno de los que ha creado"...

"Te digo a ti, si tienes un peso sobre tu conciencia, si tienes vergüenza de muchas cosas que has cometido, detente, no te asustes, piensa que alguien te espera, porque nunca ha dejado de recordarte, de pensarte. Es tu padre, es Dios, es Jesús. Sube al árbol de las ganas de ser perdonado. Te aseguro que no serás olvidado. Jesús es misericordioso y nunca se cansa de perdonar"...


                                 
                                               ¡Feliz semana, amigos!

sábado, 2 de noviembre de 2013

Fieles Difuntos

 
 

 

Evangelio 

 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino."
Tomás le dice: "Señor, no sabemos adonde vas, ¿cómo podemos saber el camino?"
Jesús le responde: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre sino por mí."


Juan 14, 1-6





Día de los Fieles Difuntos
 
 
Por todos los seres queridos que nos faltan, pero que siguen
viviendo en nuestros corazones.
 
 

                             Coplas a la muerte de su padre
                                   Jorge Manrique
 
        Recuerde el alma dormida,         
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte             
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,          
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
 
 
  Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
                          y acabado,                         
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.
No se engañe nadie, no,
          pensando que ha de durar           
lo que espera,
más que duró lo que vio
porque todo ha de pasar
por tal manera.

 

 
 
 
       Nuestras vidas son los ríos      
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
                          y consumir;                        
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
      los que viven por sus manos        
y los ricos.

 
  Dejo las invocaciones
de los famosos poetas
y oradores;
no curo de sus ficciones,           
que traen yerbas secretas
sus sabores;
A aquél sólo me encomiendo,
aquél sólo invoco yo
                          de verdad,                        
que en este mundo viviendo
el mundo no conoció
su deidad.

  Este mundo es el camino
   para el otro, que es morada         
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
        Partimos cuando nacemos,            
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos
descansamos...


 

¡Feliz día, amigos!



















 








 





 
 


 




 

 



 


 
 



 


 
 
 


 

viernes, 1 de noviembre de 2013

Todos los Santos



El Evangelio

En aquel tiempo, viendo Jesús la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos".

Mateo 5, 1-12a





Todos los Santos


Entre los años 284 y 305, tuvieron lugar las mayores y
más sangrientas persecuciones realizadas a los cristianos,
promovidas por el emperador romano, Cayo Aurelio Valerio
Diocleciano Augusto, conocido como Diocleciano.
Fueron tantos los mártires en ese periodo de tiempo, 
que la Iglesia desde el siglo IV decidió establecer una fecha
para honrarles y conmemorar este hecho.
Durante siglos la fecha se fue cambiando, hasta que en 
el siglo IX, el Papa Gregorio IV, fijo el día 1 de Noviembre
para celebrar el día de Todos los Santos, conocidos y desconocidos.



                                               


                                   ¡Feliz día de "Todos los Santos"!