sábado, 2 de noviembre de 2013

Fieles Difuntos

 
 

 

Evangelio 

 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino."
Tomás le dice: "Señor, no sabemos adonde vas, ¿cómo podemos saber el camino?"
Jesús le responde: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre sino por mí."


Juan 14, 1-6





Día de los Fieles Difuntos
 
 
Por todos los seres queridos que nos faltan, pero que siguen
viviendo en nuestros corazones.
 
 

                             Coplas a la muerte de su padre
                                   Jorge Manrique
 
        Recuerde el alma dormida,         
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte             
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,          
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
 
 
  Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
                          y acabado,                         
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.
No se engañe nadie, no,
          pensando que ha de durar           
lo que espera,
más que duró lo que vio
porque todo ha de pasar
por tal manera.

 

 
 
 
       Nuestras vidas son los ríos      
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
                          y consumir;                        
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
      los que viven por sus manos        
y los ricos.

 
  Dejo las invocaciones
de los famosos poetas
y oradores;
no curo de sus ficciones,           
que traen yerbas secretas
sus sabores;
A aquél sólo me encomiendo,
aquél sólo invoco yo
                          de verdad,                        
que en este mundo viviendo
el mundo no conoció
su deidad.

  Este mundo es el camino
   para el otro, que es morada         
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
        Partimos cuando nacemos,            
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos
descansamos...


 

¡Feliz día, amigos!