martes, 25 de junio de 2013

Cien días

 
Desde que el anciano Papa Benedicto XVI dimitió, todo el mundo ha estado pendiente del nuevo Papa Francisco, se trataba de comparar.  ¿Quién seria mejor Papa: Benedicto o Francisco?
Se han cumplido cien días del papado de Francisco y no existe posibilidad de comparación y no la hay; Benedicto es un gran teólogo, un hombre sabio por su formación: habla diez idiomas, lee el hebreo y el griego antiguo; es doctor honoris causa en numerosas Universidades de prestigio; es uno de los más grandes filósofos del siglo XX. ¿Cómo podía ser Francisco mejor Papa?
 
Pero llego y lo primero que hizo es saludar al salir al balcón: "Buenas noches". Y después pidió que orasen por él y con él, y se inclino, casi arrodillándose y rezo. Y los católicos empezaron a ver, que el le daba, otro sentido a la Iglesia.
Francisco habla llanamente para el pueblo, y utiliza ejemplos que todos puedan entender. Es sencillo en su vestimenta, y sencillo es su lenguaje, y cautiva. 
Son muchos los católicos que ven, en tanta pomposidad y parafernalia de los  obispos y cardenales, una ofensa a la gente que día a día no tiene que llevarse nada a la boca. Este Papa está consiguiendo un modelo de Iglesia que se aproxima más a la que instauro Jesucristo, y ese debe ser el norte y el ejemplo que debe seguirse.

"Los pastores deben saber estar delante del rebaño para indicarle el camino, en medio del rebaño para mantenerlo unido, detrás del rebaño para evitar que nadie quede rezagado y porque el mismo rebaño tiene, por decirlo de alguna manera, el olfato para encontrar el camino".


                                        
            Dijo Jesús a sus discípulos: 
 <  No deis lo que es santo a los perros, ni echéis perlas a
los cerdos, las pisotearan y después se volverán para destrozaros.
Tratad a los demás como ellos queréis que os traten; en eso consiste la Ley y los profetas.
Entrad por la puerta estrecha. Ancha es la puerta y espacioso

el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos.
¡Que estrecha es la puerta y qué escabroso el camino que lleva
a la vida!  Y pocos dan con ellos.>
                                    
                                                Mateo 7, 6-12-14
 
 
 
 
 
 
  Un pensamiento: Escucha el eco,
          pero recuerda que es tan solo tu voz.
    Escucha las olas, pero recuerda, esta vez habla el mar.
 





¡Feliz día, amigos!