miércoles, 24 de abril de 2013

Somos uno



                                     Jesús pasea por el templo

Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo.
Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo

por el pórtico de Salomón, cuando los judíos lo
rodearon y le dijeron: "¿Hasta cuándo nos vas a tener en
suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente."

Jesús les respondió: 

"Os lo he dicho, y no creéis; las obras que hago
en el nombre de mi Padre, esas dan testimonio de mí.
Pero vosotros no creéis, porque no sois ovejas mías.
Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco,

y ellas me siguen, y yo les doy vida eterna,
no perecerán  para siempre
y nadie las arrebatará jamás de mi mano.
Mi Padre,  que me las ha dado,  superará todo, y nadie puede

arrebatarlas de la mano del Padre.
Yo y el Padre somos uno."




Fotografía: Volcán Osorno,  Cordillera de los Andes   María J.




Un pensamiento:  A veces es más peligroso
silenciar la verdad, que mentir.



Juan 10, 22-30

<... Yo y el Padre somos uno.>





¡Feliz día, amigos!