Llegada del Espíritu Santo
Ayer fue el domingo de Pentecostés, palabra que viene
del griego Pentekostés, que quiere decir
"el quincuagésimo día", después de la Pascua.
Ayer domingo, se cumplía el final de
la Pascua, con la fiesta de Pentecostés.
Jesús había comentado a sus apóstoles:
"Vendrá El Paráclito..."; que quiere decir,
"aquel que es invocado", es también
la verdad, el abogado y el consuelo de todos nosotros.
Él es El Espíritu Santo, que con el Padre y el Hijo
forman la Santísima Trinidad.
Por eso en esta fiesta de Pentecostés se celebra la llegada
del Espíritu Santo a los Apóstoles.
El Espíritu Santo está presente en nuestras vidas y lo
reconfirmamos cuando rezamos El Credo, diciendo:
"Creo en El Espíritu Santo, Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con él Padre y el Hijo recibe una misma adoración
y gloria, y que habló por los profetas".
Tres personas distintas y un solo Dios verdadero.
Las tres personas son:
- Dios Padre, se le atribuye la omnipotencia y la creación.
- Dios Hijo, se le atribuye la sabiduría y la redención.
- Dios Espíritu Santo, se le atribuye la bondad.
a los cielos para reunirse con el Padre y hoy
es el Espíritu Santo quien baja para no dejar
solo a los Apóstoles, según Jesús les había dicho:
"Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad,
os enseñará toda la verdad."
Y así fue...
Un pensamiento: Que la Virgen
cubra y proteja con su manto,
al que lo necesite.
Marcos 9, 16-29
Jesús le dijo: "¿Por qué dices “si puedes”?
Todo es posible para el que cree."
¡Feliz día, amigos!
