LOS TIRALEVITAS
En todos los ambientes de la sociedad los hay,
pero en algunos mucho más que en otros,
o quizás es que se notan más.
El poder, bien sea civil o eclesiástico, siempre lleva
"pegada una camarilla" de este tipo de personas.
En estos días estamos viviendo un apasionamiento
extraordinario por el nuevo Papa, todo el mundo le aplaude
haga lo que haga, (entre los que me encuentro),
pero no me gustan estas oleadas de euforia tan grande.
Siempre que sucede esto, al cabo del tiempo,
a veces demasiado pronto, todo se vuelve en
criticas y varapalos.
Nos estamos aproximando a una fecha que nos recuerda
mucho lo vivido en estos días:
Unos dos mil años atrás, un hombre,
de nombre Jesús, era vitoreado, aplaudido y aclamado
por una gran multitud. Era un hombre humilde y como tal,
acepto entrar en una ciudad, llamada Jerusalén,
a lomos de un asno y oía decir a la muchedumbre:
¡Hosanna!¡Hosanna! -¡Sálvanos! ¡Sálvanos!-
Y a su paso la gente cortaba ramas de los árboles
y las ponían a sus píes a lo largo del camino.
Los niños cantaban y todos se alegraban, llegaba
triunfante el libertador, el que iba a liberar al pueblo judío
del yugo romano.
¡Nada más lejos de la misión que llevaba este gran
hombre, el Hijo de Dios!
Unos días más tarde, esa misma multitud decía:
¡Crucifícale! ¡Crucifícale!
¿Será posible que cometamos de nuevo ese error?
Dicen: que el hombre es el único animal que tropieza
dos veces con la misma piedra...
¡Me recuerda tanto esta imagen a la que narran los
Evangelios!
¿Seremos capaces de aceptar los nuevos designios
que desde el Vaticano se nos indiquen? o ¿tendremos
de nuevo otra Pasión?
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| Fotografía: Cultivos en el Lago Inle-Mayanmar María J. |
Un pensamiento: Realmente la vida es dura,
pero mucho más para aquellos que no creen en nada.
Juan 8, 51-59
< Quien guarde mi palabra no
conocerá lo que es morir para siempre>
¡Feliz día, amigos!
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