miércoles, 19 de febrero de 2014

Salve marinera



 
 
Evangelio según San Marcos
 
Cuando llegaron a Betsaida, le trajeron a un ciego y le rogaban que lo tocara.
El tomó al ciego de la mano y lo condujo a las afueras del pueblo. Después de ponerle saliva en los ojos e imponerle las manos, Jesús le preguntó: "¿Ves algo?".
El ciego, que comenzaba a ver, le respondió: "Veo hombres, como si fueran árboles que caminan".
Jesús le puso nuevamente las manos sobre los ojos, y el hombre recuperó la vista. Así quedó curado y veía todo con claridad.
Jesús lo mandó a su casa, diciéndole: "Ni siquiera entres en el pueblo".




Salve marinera

Salve, Estrella de los mares
de los mares Iris de eterna ventura
Salve Fénix de hermosura
Madre del Divino Amor.

De tu pueblo a los pesares
tu clemencia dé consuelo
fervoroso, llegue al cielo,
hasta ti, hasta ti nuestro clamor.

Salve, salve, Estrella de los mares,
Salve, Estrella de los mares
Sí, fervoroso llegue al Cielo
y hasta ti y hasta ti, nuestro clamor.
Salve, Estrella de los mares,
Estrella de los mares,
salve, salve, salve, salve
                                                   
                                                                ¡Feliz día, amigos!