viernes, 29 de agosto de 2014

Mi Cristo Roto 5

 


Evangelio según San Marcos

Herodes había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado.
Juan decía a Herodes: "No te es lícito tener a la mujer de tu hermano".
Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo,
pero no podía, porque Herodes lo respetaba,
sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía.
Cuando lo oía quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto.
Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a los notables de Galilea.
La hija de Herodías salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados, que el rey dijo a la joven: "Pídeme lo que quieras y te lo daré".
Y le aseguró bajo juramento: "Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino".
Ella fue a preguntar a su madre: "¿Qué debo pedirle?". "La cabeza de Juan el Bautista", respondió esta.
La joven volvió rápidamente adonde estaba el rey y le hizo este pedido: "Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista".
El rey se entristeció mucho, pero a causa de su juramento, y por los convidados, no quiso contrariarla.
En seguida mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan.
El guardia fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre una bandeja, la entregó a la joven y esta se la dio a su madre.
Cuando los discípulos de Juan lo supieron, fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron.
 
 
 
 
 
Parte quinta
 
 
 
 
 
¿Cómo trasladare a Cristo?
 
 
Sigue sus pasos....
 
 
¡Feliz día!
 

miércoles, 27 de agosto de 2014

Mi Cristo Roto 4

 


Evangelio según San Mateo

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que parecéis sepulcros blanqueados: hermosos por fuera, pero por dentro llenos de huesos de muertos y de podredumbre!
Así también sois vosotros: por fuera parecéis justos delante de los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que construís los sepulcros de los profetas y adornáis las tumbas de los justos, diciendo: 'Si hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no nos hubiéramos unido a ellos para derramar la sangre de los profetas'!
De esa manera atestiguáis contra vosotros mismos que sois hijos de los que mataron a los profetas.
¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!






                                            Cuarta parte



 
 
Por fin ya tiene oficina el Cristo Roto....
 
No dejes de saber como es la oficina...te gustara.
 
 
 
                                                       ¡Feliz día!

lunes, 25 de agosto de 2014

Mi Cristo Roto 3

 
Evangelio según San Mateo

 En aquel tiempo, habló Jesús diciendo:
 «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito y, cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros! ¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: "Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga"? ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: "Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga." ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo jura también por el que habita en él; y quien jura por el cielo jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él.»









                                Tercera Parte



                                                     
 
                                       ¡No dejes de verlo!
           
 
 
 
                                                                       ¡Feliz semana!




viernes, 22 de agosto de 2014

Mi Cristo Roto

 
 
 
Reflexiones
 
No, no te había olvidado, estaba más
pendiente de mi que de Ti, ese fue mi gran error,
me estaba alejando de tu Cruz
y te había escondido entre mis papeles,
mis reuniones, mis circunstancias, mis preocupaciones y Tú... estabas ahí,
entre todas mis cosas envuelto y sin hacerte notar.
Callado, observándome y lo más importante: esperándome.
Sonó el teléfono y me preguntaron:
¿Encontraste ya tu Cristo Roto?
Y según colgué, comencé  a buscarte.
Retire libros, cacharros y papeles
y allí estabas Tú de nuevo.
Te pedí perdón por olvidarme de Ti,
te bese y te acurruque.
¿Cuánto tiempo llevas callado y esperándome?
Y sin reproches, sin preguntas
sin regañinas... aquí estás de nuevo.
¡No. No es así.! ¡Tú no te has ido nunca!
Tú has permanecido siempre a mi lado.
Estás aquí, como de costumbre, conmigo.
¡Cuanto debes quererme!
 
 
 
 

                                            
 
Mi Cristo Roto. Primera parte






 
                                          
 ¡ Merece la pena que lo veas!



                                                                  ¡ Feliz día!