martes, 21 de mayo de 2013

La cosa no va




















Y saliendo de allí, iban caminando por Galilea; él no quería que se supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: "El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres; le matarán y a los tres días de haber muerto resucitará." Pero ellos no entendían lo que les decía y temían preguntarle. Llegaron a Cafarnaún y, una vez en casa, les preguntaba: "¿De qué discutíais por el camino?" Ellos callaron, pues por el camino habían discutido entre sí quién era el mayor. Entonces se sentó, llamó a los Doce, y les dijo: "Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos." Y tomando un niño, le puso en medio de ellos, le estrechó entre sus brazos y les dijo: "El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, no me recibe a mí sino a Aquel que me ha enviado."




             
                                               
                                      Días atrás, el Papa dijo:

"Primero, Jesús, es lo más importante, sin Jesús
 la cosa no va. Además quisiera hacer un pequeño reproche.
Todos han gritado ¡Francisco, Francisco! ¿Y Jesús?
Me hubiera gustado que gritasen ¡Jesús, Jesús!,
porque el Señor está aquí entre nosotros.
De ahora en adelante, ¡basta de Francisco!... ¡Jesús!".

                                             
    


                                     Un pensamiento: La cosa no va
                                          sin tener una fe grande.






                                              Marcos 9, 30-36


                          "Y el que me reciba a mí, no me recibe a mí
                                sino a Aquel que me ha enviado."




                                           ¡Feliz día, amigos!