viernes, 21 de febrero de 2014

Carga con tu cruz




Evangelio según San Marcos

En aquel tiempo, Jesús llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar uno para recobrarla? Quien se avergüence de mí y de mis palabras, en esta generación descreída y malvada, también el Hijo del hombre se avergonzará de él, cuando venga con la gloria de su Padre entre los santos ángeles.»
Y añadió: «Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin haber visto llegar el reino de Dios en toda su potencia.»



 
 
Hoy he vuelto madre  
 
Cuantas veces siendo niño te recé,
con mis besos te decía que te amaba,
 poco a poco con el tiempo olvidándome
de Ti, por caminos que se alejan me perdí,
por caminos que se alejan me perdí.
                          Hoy he vuelto Madre a recordar
Cuantas cosas dije ante tu altar
y al rezarte puedo comprender,
que una madre no se cansa de esperar.

Al regreso me encendías una luz, sonriendo
desde lejos me esperabas, en la mesa la
comida aún caliente y el mantel y en tu
abrazo mi alegría de volver. 
 
 
 
Hoy he vuelto Madre a recordar
Cuantas cosas dije ante tu altar
y al rezarte puedo comprender,
que una madre no se cansa de esperar. 
 

 Aunque el hijo se alejara del hogar,
una madre siempre espera su regreso,
 el regalo más hermoso que a sus hijos da el Señor,
 es la madre y el milagro de su amor.

Hoy he vuelto Madre a recordar
Cuantas cosas dije ante tu altar
y al rezarte puedo comprender,
que una madre no se cansa de esperar. 



                                                          ¡Feliz día, amigos!