domingo, 5 de enero de 2014

Los Reyes Magos

 
Una preciosa estrella iluminaba el cielo
 y su estela era seguida por tres venerables ancianos
que venían de Oriente;
 tres hombres sabios y ricos que tan solo tenían una misión:
llegar a Belén.
 


 
Quien dirigía sus pasos era la estrella de Belén
  y ellos eran los Reyes Magos.
El más anciano de barba blanca
y semblante amable era Melchor,
le seguía en edad Gaspar, de barba casi rubia
y de aspecto más serio, ambos tenían la piel blanca;
y de piel negra, y el más joven de los tres, se llamaba Baltasar.
Hombres buenos y sabios que tan solo buscaban
a un niño recién nacido que sería el rey de los judíos.


 
Y la estrella les condujo al lugar y llegaron a Belén
y encontraron al Niño. Ellos sabían que ese Niño era
el Rey de Reyes y se postraron ante Él y le adoraron
y le hicieron entrega de oro, incienso y mirra.
El oro para demostrar su naturaleza real,
el incienso como reconocimiento que era Dios
y la mirra que servía para embalsamar a los muertos,
con ella se estaba indicando el gran sufrimiento que más tarde
pasaría Jesús.
 
 
¡Feliz noche de Reyes, amigos!